Colombia continúa atrapada entre la formalidad y la informalidad laboral
Empleo Bogotá, Mis derechos, Trabajo Nov 26, 2025
La inestabilidad sigue siendo el común denominador del mercado laboral colombiano. A pesar de que las cifras de desempleo muestran una ligera mejora, miles de trabajadores se mantienen atrapados en un ir y venir constante entre empleos formales y actividades informales, un fenómeno que se ha vuelto parte estructural de la economía del país y que frena las posibilidades de progreso y seguridad económica para los hogares.
Un reciente análisis de Anif alerta que la calidad del empleo continúa siendo débil. Aunque se han creado nuevos puestos de trabajo, la mayoría corresponde a ocupaciones por cuenta propia, las cuales no garantizan estabilidad ni continuidad en los ingresos, mucho menos aportes regulares al sistema pensional.
José Ignacio López, presidente del centro de estudios, señala que esta dinámica se ha convertido en una “puerta giratoria” para los trabajadores, quienes recurren a labores informales o esporádicas para cubrir necesidades inmediatas, sacrificando su seguridad económica a largo plazo.
De acuerdo con las cifras, en el último año se generaron más de 700.000 empleos, pero cerca del 70% fueron autoempleo. Esto se traduce en un impacto directo en la formalización: los aportes a seguridad social se interrumpen constantemente y, con ello, la posibilidad de cumplir los requisitos para pensionarse.
Las mujeres, las más golpeadas por la inestabilidad
El informe también resalta la situación crítica de la población femenina. Las mujeres, que suelen enfrentar mayores cargas de cuidado y mayores niveles de inactividad, terminan accediendo a trabajos informales, precarios o mal remunerados. Esta realidad amplía la brecha de género y dificulta que construyan trayectorias laborales estables.
La falta de continuidad laboral tiene un efecto directo sobre el sistema pensional, tal como ha advertido Asofondos. Aunque la constancia en la cotización es el factor más determinante para pensionarse, buena parte de las colombianas ni siquiera logra mantenerse el tiempo suficiente en un empleo formal para completar las semanas requeridas.
Un mercado laboral que no logra consolidarse
La informalidad, que supera el 50% en varias ciudades y llega hasta el 80% en zonas rurales, continúa siendo el mayor obstáculo para la movilidad laboral y la estabilidad económica. Muchos trabajadores que consiguen un empleo formal permanecen en él solo por periodos cortos antes de volver al rebusque, lo que perpetúa el círculo de inestabilidad.
Andrés Velasco, presidente de Asofondos, advierte que tres de cada cuatro trabajadores pasan al menos un tercio de su vida laboral sin cotizar y apenas uno de cada cuatro llega a pensionarse. Para él, el problema no radica únicamente en el sistema pensional, sino en la estructura misma del mercado laboral.
“La informalidad es una amenaza para el presente y para la vejez de millones de colombianos”, afirma. Cada período sin cotización disminuye drásticamente las probabilidades de tener una pensión digna.
Anif y Asofondos coinciden en que la inestabilidad laboral afecta el sistema pensional de dos formas: las constantes interrupciones de aportes y la baja densidad de cotización. Incluso quienes aportan lo hacen de manera intermitente, limitando el ahorro acumulado y las posibilidades de recibir una pensión contributiva.
Un desafío que también compromete las finanzas públicas
Las entidades alertan que esta “puerta giratoria” no solo perjudica a los trabajadores, sino que también representa un riesgo para la sostenibilidad fiscal del país. Sin un mercado laboral más estable y formal, cualquier reforma pensional enfrentará el mismo obstáculo: la falta de aportantes constantes.
La informalidad reduce ingresos, limita el ahorro y debilita la posibilidad de que los hogares accedan a empleos formales. En ese contexto, el debate sobre el futuro del sistema pensional está directamente ligado a las políticas de empleo y formalización. Para que haya un sistema pensional sostenible, es indispensable primero resolver las fallas estructurales del mercado laboral.
Hoy, millones de colombianos continúan atrapados en esa puerta giratoria que no solo frena su desarrollo, sino que compromete el futuro pensional del país.